Muy interesante (como es costumbre) la presentación de Enrique Chaparro, quien en su introducción hizo un repaso histórico de las instituciones que suelen reunirse en ese título confuso y heterogéneo llamado propiedad intelectual, y luego, en una segunda ronda, desarrolló su visión acerca de las perspectivas de estas cuestiones desde el punto de vista de las organizaciones sociales.
Por su parte, Marta Gabrieloni, presentó su vasta experiencia como representante de la Argentina ante la OMPI durante 8 años, la dinámica de las negociaciones que se mantienen en ese ámbito, cómo ha sido la interacción con organizaciones sociales y cómo ha surgido la propuesta de la Agenda para el Desarrollo.
]]>Las regulaciones de patentes, copyright y derechos de autor, derechos de obtentor, marcas, denominaciones de origen, etc, tienen cada vez más incidencia en nuestra vida cotidiana. Patentes que condicionan nuestro acceso a medicamentos, semillas, tecnologías diversas e incluso la vida, criminalización de la distribución de música, libros, películas o software, restricciones en el acceso a la cultura, todo este tipo de regulaciones se negocian en foros como la OMPI o la OMC y luego se integran en los capítulos de “Propiedad Intelectual” de los Tratados de Libre Comercio o en los Acuerdos de Inversiones.
Tarde o temprano, llegan a nosotros bajo la forma de legislaciones nacionales que no se discuten públicamente. Poco sabemos sobre estas regulaciones y mucho menos sobre su negociación. Así, nuestra incidencia política en la definición de legislaciones y acuerdos de tan fuerte impacto social resulta mínima o prácticamente nula.
¿Cómo son las negociaciones en estos organismos? ¿Quién toma las decisiones que nos afectan? ¿Y cuáles son las perspectivas de incidencia de las organizaciones sociales en torno a OMPI? ¿Es una buena noticia la agenda para el desarrollo? Estas son algunas de las preguntas que trataremos de responder en esta charla que esperamos ilustre el panorama actual en un campo de enorme impacto en nuestras sociedades pero de mínima discusión y difusión pública.
Participan
Modera
Invitan: Fundación Vía Libre y el Grupo de Informática y Sociedad del Centro Cultural de la Cooperación.
]]>Este cuarto y último taller del año tiene la particularidad de ser además un Festival de Instalación, para el cual contamos con el apoyo del Grupo de Usuarios de Software Libre de Capital Federal, CaFeLUG.
Durante la jornada realizaremos charlas sobre Copyright, Copyleft, publicaciones y Software Libre, primeros pasos en un escritorio GNU/Linux, herramientas de comunicación como listas de correos y blogs, y una sesión especialmente dedicada a edición Wiki y Wikipedia a cargo de un equipo de Wikipedistas de Wikimedia Argentina.
La participación en las charlas es de acceso libre y gratuito, pero para las instalaciones rogamos realizar una inscripción previa a fin de facilitar la coordinación de las mismas.
Durante el taller vamos a ayudar a aquellas personas que deseen instalar Software Libre en sus computadoras, con apoyo personal de parte de algún miembro de la organización. Hablamos de ayudar a instalar, porque una de las claves del Software Libre es el aprendizaje, por lo que hacemos especial énfasis en que cada persona aprenda y pierda el miedo a instalar su propio software, siempre con asistencia directa de un experto. En este taller vamos a instalar software libre, ya sea una distribución completa o aplicaciones libres sobre Windows para quienes aún no se animen a migrar todo el sistema operativo.
Más información sobre este evento en info[en]vialibre.org.ar
Gacetilla de la Fundación Vía Libre. Puede ver el original aquí.
El inesperado elogio me llenó de orgullo –¡gracias, Iris!-, pero al mismo tiempo me comprometió a buscar siete blogs solidarios y pasarles la posta. No fue fácil, la prueba es que me demoré hasta hoy mientras la sensación de deuda para con Iris iba creciendo a medida que pasaban los días.
Y hoy me decidí: los blogs premiados son (suenen trompetas):
¡Uf! Iris, he cumplido. A los premiados, gracias por su tarea (gigante en todos los casos). Y como organizador de esta ceremonia de premiación, los libero de la carga de encontrar siete blogs, quizás demasiados para un haragán como yo. Si son menos, bienvenidos sean.
]]>Y decía: nunca más oportuno este debate en momentos en que las portadas de los diarios del mundo dan cuenta del riesgo de pandemia que se cierne sobre el horizonte: los jinetes del apocalipsis ahora montan sobre aves de corral y la humanidad cuenta con escasas defensas. Sólo cuatro antivirales, y el más eficaz de ellos, inaccesible: su dueño, la farmacológica suiza Roche, se niega a compartir la patente.
En las sociedades modernas, el derecho de propiedad, como todos, se fundamenta en su función social, no en un mandato divino. Se supone que es beneficioso para la sociedad que existan ése y otros derechos y deberes. Puede discutirse (y de hecho, hace siglos que está en debate) si en efecto el derecho de propiedad acarrea -o no- más beneficios que perjuicios, y hasta ahora gran parte de la humanidad ha considerado que el balance global es positivo. Pero este derecho de propiedad que reivindica el laboratorio Roche carece de toda justificación ideológica, política y sobre todo moral. Es hora de que comencemos a interrogarnos seriamente acerca de la apropiación abusiva del conocimiento.
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