Una pequeña parroquia de adobe pintada de amarillo se recorta contra la seca geografía de La Puntilla. Esa sola imagen justifica la pausa en el mediodía riojano, pero no la distingue de otras antiguas capillas de tantos pequeños pueblos agobiados por la sequía entre las Sierras de Velasco y las alturas del Famatina.
La Capilla de la Virgen de la Merced, sin embargo, guarda un secreto en el pequeño recinto: una pintura de Santa Lucía atribuída al pintor español Murillo.