Definida la fecha de las próximas elecciones, es hora de comenzar la campaña “¿llevás tu boleta?” cuyo objetivo es trasformar los tediosos, largos, crispados comicios de hace dos años en un acto cívico tranquilo, agradable y mucho más amable para todos los ciudadanos.
Aquellos que recuerden la última elección, sobre todo en distritos grandes como las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos o la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tendrán presente las larguísimas colas de votantes, el enorme atraso en el cierre de los comicios y, sobre todo, el vértigo que provocaba asomarse al cuarto oscuro e intentar encontrar la boleta que cada uno quería votar entre varias decenas de distintas opciones que rebalsaban los bordes de los pupitres.
Si con el cuarto oscuro ordenado era una tarea difícil, mucho más luego de que el trajín normal de los votantes fuera desordenando las pilas. Y ni qué decir cuando algún pícaro escondía adrede las boletas de algún rival.
Quienes teníamos alguna función que cumplir padecíamos por anticipado cuando llegaba una persona mayor a emitir su voto: pensábamos que iba a demorar aún más los ya demorados comicios. Sin embargo, segundos después de cerrada la puerta del cuarto oscuro se volvía a abrir para franquear el paso del octogenario hacia la urna, con la media sonrisa de quien ha vivido muchas de ésas: es que los mayores acostumbran a llevar la boleta (o la combinación) de su preferencia escondida en el bolsillo del caballero o el escote de la dama y no pierden el tiempo buscando entre las pilas de papeles.