El teniente Origone ataca de nuevo
No, no se trata de un militar nostalgioso intentando atajos violentos para llegar al poder: es el nombre de uno de los más populares planeadores de madera balsa. Cuando uno era chico hace treinta años e intentaba construir un avioncito, lo habitual era comenzar con el espantoso Dédalo, que consistía en unas pocas tablas de madera balsa y un contrapeso en la nariz. El único desafío en la construcción del Dédalo consistía en lograr que las alas tuvieran el ángulo adecuado.
Si uno demostraba el suficiente entusiasmo y lograba convencer a sus padres para que insistieran en su papel de mecenas aeromodelistas, lo natural era ascender al teniente Origone, cuyas alas se construyen con costillas de madera y se recubren de papel, sofisticación que seducía desde que uno extendía el plano sobre el tablero.
Luego seguía algún modelo con hélice y propulsado por un elástico que se debe retorcer en sentido contrario al del avance, y por lo general allí terminaban las incursiones aéreas. Quizás porque al llegar a ese punto, las chicas o el fútbol, o quizás las dos cosas, comenzaban a interesar más que los avioncitos.
Hace unos días busqué algún modelo para armar con mi hijo y me encuentro con el viejo y recordado teniente Origone. Ni pregunté por el Dédalo, no me pareció que tuviera el suficiente atractivo como para alejar a nadie de la Play Station ni cinco minutos. Y agregamos el Newbery, un modelo de hélice a goma con fuselaje tipo cajón, para avanzar dos escalones de un solo tiro.
Y aquí estamos, nuevamente embriagado por los vapores del barniz y conteniendo la ansiedad para no intentar remontar el vuelo antes de que se seque la pintura.
Tags: Personal
31 Enero, 2009 a las 3:02 pm
Es Teniente Origone, no Origoni.
31 Enero, 2009 a las 6:39 pm
Gracias, Adrián… eso que tenía el plano frente a mis ojos cuando lo escribí
3 Febrero, 2009 a las 10:42 pm
La trilogía Dedalo - Origone - J.Newbery…. impresionante recuerdo. Gracias por llevarme treinta años y muchas varillas de balsa hacia atrás.
10 Febrero, 2009 a las 11:21 am
Genial, ya también pasé por esa etapa: primero el Dédalo y después el Teniente Origone que hizo muchos exitosos vuelos en los campos de Vicente Casares (Cañuelas). Después me dediqué a maquetas plásticas a escala, todavía tengo algunas sin armar… Este post probablemente sea el incentivo para retomar el hobby.
Saludos!
12 Febrero, 2009 a las 2:57 pm
Querido Patricio muy sensibles tus relatos referidos a esa niñez que ya casi desapareció…
no sé si esta es mejor o peor… pero había mas tiempo para estar con los padres y jugar entre hermanos
además nunca nos aburríamos y compartíamos muchos silencios y risas.
mamá que está a mi lado recuerda que en una oportunidad llegaste de vacaciones, habías ido en carpa al sur y ESTABAS NEGRO , TODO NEGRO…
cree que nunca te habías podido bañar
te mandamos muchos cariños
13 Febrero, 2009 a las 10:06 am
Queridas Raquel y Verónica: en esas vacaciones el viaje de regreso duró varios días y en condiciones no muy elegantes
Si leen este mensaje, vayan a este relato que seguro que les va a traer otros recuerdos.