Freno al patoterismo de las discográficas


En Italia, el atropello que ahora se consiente legalmente en Francia y que en Argentina es pan de cada día, ha sido puesto en su lugar por la Autoridad italiana para la Protección de la Privacidad: monitorear la actividad de los usuarios de internet para ver si intercambian archivos por ese medio es una violación al secreto de las comunicaciones privadas.

La Autoridad italiana para la Protección de la Privacidad determinó que estos procedimientos [la realización de actividades sistemáticas de control] son ilegales, ya que la directiva europea sobre telecomunicaciones prohíbe a las compañías privadas efectuar controles masivos de datos.

Via Mangas Verdes.

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