Hace cosa de un mes, en una jornada sobre educación y nuevas tecnología en Rosario, organizada por la Asociación del Magisterio de Santa Fe y auspiciado por Gleducar, fui testigo de algunos encuentros que, como fichas de un rompecabezas que van encastrando con total naturalidad, fueron formando el germen del Proyecto3
Uno de los protagonistas de esta historia es, por supuesto, Gleducar. Gleducar es una asocación de docentes que se autodefine como “un proyecto educativo, colaborativo y cooperativo que persigue la adecuación de las aulas argentinas a las Nuevas Tecnologías de la Comunicación y la Información, produciendo un cambio en el paradigma de la producción, construcción y difusión de los contenidos educativos. Todo ello afirmado, facilitado y potenciado por el uso de Software Libre educativo”.
El segundo protagonista es Javier Castrillo, docente entusiasta de la escuela de Oficios San Cayetano. Javier ha trabajado con mucha tenacidad durante años hasta que logró montar un aula completa de informática utilizando clientes livianos con software libre.
El tercero es el inquieto, creativo y entusiasta Leíto Monk, quien se encargó de contagiar su entusiasmo a los amigos de Gleducar que participaban en el encuentro -y a los que no habían podido ir, también-, a Javier y a todos los que estábamos por allí cerca, con la idea de sumar a un cuarto protagonista, la Fundación Equidad, para imaginar un ambicioso proyecto de equipamiento educativo.
La Fundación Equidad es una ONG que tiene estos objetivos:
- Promover la igualdad de acceso a la educación, la información, el conocimiento y las nuevas tecnologías;
- Brindar mayores oportunidades de capacitación e inserción laboral a personas de bajos recursos;
- Consolidar una red de personas que intercambien conocimiento y mejores prácticas para el desarrollo social a través del uso de las TICs; y
- Crear una cultura de reuso y reciclaje de la tecnología con fines educativos y de protección del medio ambiente.
Subrayo el último objetivo porque es el que más tiene que ver con Proyecto3, y de ahí sale el hardware que utilizará el proyecto.
La cuestión es que luego de una reunión inicial, sin demasiadas vueltas ni formalismos, el viernes pasado se convocaron todos los protagonistas a la primer reunión de trabajo. Y como puede verse aquí, de trabajo en serio.
Recién hoy me entero por Javier de estos avances, mis últimas noticias sobre este proyecto habían sido aquellas de Leíto imaginando cómo podrían articularse estos distintos actores. Ni nombre tenía el proyecto; en realidad, ni siquiera era un proyecto. Y qué maravilla cuando una charla casi inocente echa raíces y de pronto uno se encuentra con un bosque donde antes no había nada.
Este post es mi forma de felicitarlos, de difundir lo que están haciendo, y de instar a los docentes que lean esto que no duden en contactarse con ellos. Se encontrarán no sólo con ideas y soluciones a problemas comunes sino además con una cultura de generosidad y colaboración, de curiosidad por conocer nuevas experiencias y de ofrecer la propia sin esperar a que se la pidan.