El sábado pasado aterricé por Cafeconf y me estacioné en una charla sobre la Wikipedia, a cargo de Jane Doe, una joven pero prolífica wikipedista porteña.
La charla fue de tono introductorio ante una concurrencia heterogénea aunque dominada por adolescentes. Contrastaba notablemente un señor de impecable traje marrón, sombrero al tono y profusa barba blanca.
En un momento de debate, el señor pide la palabra y pregunta: “¿Cómo es que cualquiera puede editar?”, y agrega: “Hace poco, de casualidad, encontré un artículo sobre mi padre. Había un listado de bibliografía y me di cuenta de que faltaba un título. Entonces lo agregué. Y cuando volví a revisar, ¡ya estaba en el listado!”.
“¿Cómo funciona? ¿Cómo sabían que yo no había escrito cualquier cosa? ¿Y si escribía una cosa errónea?”
En realidad, se le explicó al señor, ediciones erróneas o vandálicas suceden todo el tiempo. También se le contó que una importante comunidad vela porque la información suministrada sea la correcta, que hay errores que se escapan y otros que no, y que ese ejercicio va enriqueciendo el contenido de manera constante.
“Qué cosa curiosa, qué fascinante”, repetía el señor, admirado. Era el hijo de José María Rosa. Efectivamente, caballero, curioso y fascinante. Eso es la Wikipedia.