Algunos amigos de SoLAr, en medio de dimes y diretes característicos en una organización que está en pleno proceso de consolidación institucional (trance difícil que no muchas organizaciones atraviesan con éxito), me echan en cara la decadencia e inactividad de la famosa comisión de jolgorio y bacanal, grupete que comandamos desde La Plata con el buen amigo Paolo y que sirvió para una saga breve pero divertida de cenas y reuniones.
Me reclaman específicamente la falta de continuidad de un evento que dimos en llamar Glentejas, ágape desordenado coronado por un guiso de lentejas cuya receta, codificada al estilo del lenguaje de programación C, se repartía entre los comensales.
Los iniciados al mundo del software libre entenderán la G de Glentejas, para los demás baste decir que remite al proyecto GNU, iniciativa impulsada por Richard Stallman cuyo objetivo es construir un sistema operativo completo libre, es decir compuesto por programas que incluyen el derecho de acceder a su código y cuya copia y modificación se encuentra permitida.
Aprovecharé el espacio del blog para publicar más adelante el código de las Glentejas. Algún hacker con ganas de molestar indicó errores tales como variables sin inicializar y cosas por el estilo. No me importa: el código es libre y cualquiera puede hacer con él lo que quiera, incluso estropear este riquísimo guiso de lentejas.