En su ley

El Carpo murió hoy a la madrugada sobre la ruta, volviendo a casa en su Harley Davison.

Símbolo rockero que pasaba sin escalas de su taller en la Paternal a las luces del Madison Square Garden para acompañar a BB King, o se iba sin un peso a Londres para vivir haciendo changas y ampliar su música. Es curioso el hecho que, como Gardel, nunca abandonó la casa de su vieja, que es lo mismo que decir que vivió una adolescencia permanente.

Fastidió un poco ver en su funeral, al lado del motoquero ya canoso que como sentido homenaje hacía tronar el motor de su máquina, a pibes -y no tan pibes- que se comportaban como si estuvieran de excursión y no tuvieron mejor programa que ir a la despedida de Pappo. Lo mismo que mucho de los que estaban a pie, demostrando más cholulismo que pesar. O será simplemente que cada quien se expresa como puede y que los años acarrean en mi caso menos tolerancia.

Ayer pasaban a cada rato su versión del blues que dice “aquí estoy tan solo en la vida, que mejor me voy”. Pero últimamente parecía estar menos solo que nunca.

Muy temprano, con mucho por hacer. Pero en su ley. Así se fue el Carpo.



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1 comentario hasta ahora ↓

#1 german on 05.08.07 at 6:47 am

te explico en el mundo de las motos cuano uno de nsotros se muere lo vemos mas normal sera por que por lo menos a ratos la vivimos coo nos gustaria “libres” y es tradicion cuando se va uno despedirlo primero se hace un minuto de silencio y despues hacemos que nos escuche desde donde este para que sepa que nos acordamos de el es por eso un abrazo de un argentino en españa suerte

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