Náufragos

Dos años más tarde, en enero del ‘89, llegamos con Darito y Emilio al lago Paimún. Era una expedición menos deportista y más juerguista que la anterior, pero no por eso menos interesante.

Cerca de las playas de gruesa arena volcánica del Paimún había varios grupos de mochileros, algunos aislados en ese paraíso desde semanas atrás, varios ya retirándose por la cercanía de febrero y la vuelta al yugo.

Cuando llegamos causamos cierto alboroto, no por nuestras barbas sino por nuestra compañía. En efecto, la presencia femenina en ese lugar apartado provocaba no pocos desórdenes hormonales en los sufridos mochileros.

La situación se hizo aún más compleja debido a la costumbre ancestral de proferir sonoros gritos y exclamaciones que tenía una de nuestras amigas. Cuando nos juntábamos los tres amigos, generalmente para mear alrededor de un árbol en una especie de ceremonia colectiva, interpelábamos al responsable de esa carpa para que limitara las expresiones vocales de su pareja, con poco éxito.

Afortunadamente, los mochileros que pasaban por nuestro vivac con miradas asesinas comenzaron a buscar nuevos rumbos y de pronto nos encontramos solos. Con las nieves del volcán Lanín de fondo, las playas oscuras al frente y el bosque milenario alrededor nuestro, comenzaron nuestras vacaciones, y una sensación de naufragio deseado nos acompañaba durante el día.

Una tarde, mientras tomábamos sol sobre las cenizas negras de la costa, apareció una lancha con pescadores. Quizás sus ocupantes también nos vieron náufragos en una playa desierta y se acercaron a conversar. Cuando nos contaron de la locura de La Tablada, la reacción militar y el avance de la peor derecha a consecuencia de eso, pensamos que nos estaban hablando de otro país. Del que habíamos dejado atrás en San Martín de los Andes, unos días antes, nos separaban décadas, o quizás era la distancia sideral que nos había depositado, náufragos, en esa extraña isla.



Artículos relacionados

0 comentarios ↓

Aún no hay comentarios... puedes solucionar esto completando este formulario.

Deja un comentario